Toda actividad empresarial requiere de un proceso administrativo.
Este proceso permite organizar todos los recursos con el fin de alcanzar un objetivo común (vender, vender y ganar dinero ¡claro!).
A pesar de que Internet haya cambiado casi radicalmente a las empresas, el proceso administrativo sigue siendo el mismo.
Te presentamos 10 reglas esenciales para la gestión eficiente aprovechando al máximo las nuevas herramientas de la era digital.
Plantéate una pregunta, ¿Qué vas hacer? Define los objetivos y los recursos necesarios para alcanzar un objetivo común y ponte a ello cuanto antes.
Una vez definidas tus metas, debes pensar cómo lo vas hacer para alcanzarlas. Conoce todos tus recursos para organizarlos y crea acciones específicas.
Para mejorar la planificación de objetivos, un CRM permite conocer mejor a tus clientes y realizar un trato más personalizado para fomentar las relaciones a largo plazo.
Evitar trabajo duplicado y mejorar la gestión comercial es esencial para tu empresa. Con un programa de facturación minimiza el tiempo de todo este proceso.
Adapta a tu empresa a respuestas rápidas y demandas cambiantes. Puedes establecer prioridades con un gestor de proyectos y trabajos para mejorar la calidad en el desarrollo de tareas.
Para anticiparse a imprevistos en relación a la situación de tus empleados, un gestor de Recursos Humanos (RRHH) te permite controlar las ausencias de tus empleados. Esto mejora la organización del trabajo.
Una manera eficiente los recursos que participan en todo el procedimiento es el diseño de flujos de trabajo. Además, mediante un workflow puedes controlar como se resuelve cada tarea y afrontar problemas de desempeño.
Realiza un checklist para llevar a cabo una supervisión de todas las tareas. Aporta seguridad a tu negocio.
Almacena todos tus documentos de forma segura en la nube y olvídate del papeleo. Un gestor documental te permitirá encontrar todos tus documentos de forma rápida y fácil reduciendo los costes asociados.
Pregúntate, porque haces todo esto, si has alcanzado los resultados esperados. Ten en cuenta todos los errores para realizar posibles mejoras. No hay tecnología que pueda sustituir eso.
Todo ello puede mejorar la rentabilidad de nuestra empresa, aunque puede suponer un coste muy elevado. Pero, ¿Y si fuera posible encontrar una herramienta que lo genere todo?